La Virgen de Guadalupe es infalible contra el demonio. Lo asegura el adre Sante Babolin, clérigo exorcista de la diócesis de Padua, Italia, quien encabezó el segundo seminario para sacerdotes exorcistas realizado por la Pontifica Universidad de México. En un encuentro con medios de comunicación para dar a conoer las actividades de este curso, el Padre Babolin, afirmó que la Virgen del Tepeyac " es un arma contra el demonio".
El segundo seminario para sacerdotes exorcistas se celebró del 21 al 25 de julio en las instalaciones d e la Catedral Metropolitana, bajo el auspicio de la Pontificia Universidad de México (UPM). Un total de 40 religiosos acreditados por las diócesis mexicanas tomaron parte de la cátedra dictada por el Padre Babolín, reconocido como experto exorcista por el Vaticano. Según el Padre Mario Ángel Flores, rector de la UPM, esta iniciativa, que realiza por segunda ocasión la institución educativa, persigue la idea de "tener más sacerdotes preparados para este ministerio en nuestro país".
En ese sentido, Babolin recordó un caso particular que atendió en su diócesis, sobre un joven poseído por el demonio; al iniciar el ritual del exorcismo, el sacerdote sintió la necesidad de invocar a la Virgen de Guadalupe, de la que se dice gran devoto: "Recuerdo que dije 'Nuestra Señora de Guadalupe, Reina del Tepeyac, libéralo'. El demonio respondió en voz del joven poseso y de manera violenta que 'antes de Ella, todo este territorio era suyo', en clara alusión a México. Entonces recordé a Tonanzin, diosa azteca de la tierra y repliqué: 'Nuestra Señora de Guadalupe, tú que has destruido el imperio de Tonanzin', y de inmediato me respondió el demonio: 'Coatlicue', que significa serpiente. Fue una experiencia muy fuerte y cuando terminó el rito, le preguntó al joven si conocía México y su historia pidiéndole que pronunciara 'Coatlicue', pero fue evidente que no sabía nada de culturas prehispánicas y menos de México".
El clérigo italiano aseguró que tal episodio le dejó la certeza que invocar a la Madre de Dios durante un exorcismo molesta mucho al demonio, pero en especial, algunas advocaciones marianas, como Nuestra Señora de Guadalupe, ya que en su opinión, la "Morenita del Tepeyac" causa gran daño al maligno porque ella expresa ternura maternal al construir su ministerio totalmente de amor y no con terror: "Su imagen de Madre exalta la familia, unida por espíritu maternal, que ofrece amor a los papás y a los hijos; y este mismo espíritu maternal para con México trabaja a fin de que todo su pueblo actúe en una fraternidad humana. Todo esto molesta al demonio... Por este motivo, desde el principio de mi ministerio de exorcismo, he invocado a Nuestra Señora de Guadalupe, a veces llamándola Santa maría, Madre de Dios, Nuestra Señora de Guadalupe, Madre de la Misericordia" añadió el Padre Babolin.
El seminario tocó diversas aristas en torno a la celebración de un exorcismo, para lo cual el Padre Sante Babolin ha dedicado gran parte de su ministerio en la investigación y ha profundizado sus conocimientos sobre este tema desde el punto de vista teológico, bíblico y médico (en este caso, asegura requiere antes de ejecutar un rito, hacer estudios psiquiátricos para descartar cualquier anomalía en el candidato al exorcismo), para así brindar las herramientas que requieren los sacerdotes que se dedican a esta pastoral, sobre todo en tiempos cuando no muchos creen en esta práctica y es difícil de llevar a cabo, ya que incluso, un ritual puede durar hasta más de 10 años. Hasta la fecha el sacerdote italiano ha acompañado a más de 150 personas, de las cuales unas 50 han sido totalmente sanadas con el exorcismo.
Oscar Alfredo Galeana
FIAT LUX (Hágase la luz)
Coatlicue es la madre de todos los dioses del panteón azteca y una forma de la diosa de la tierra, madre de Huitzilopochtli, el dios del sol y la guerra.
Las representaciones de Coatlicue muestran la parte mortífera de esta diosa porque la tierra, aparte de madre bondadosa de cuyo seno nace todo lo vegetal, es el monstruo insaciable que devora todo lo que vive, eso sin contar con que también los cuerpos celestes desaparecen tras ella.
Sin embargo, la imagen colosal de Coatlicue, originaria de la “Casa negra” - su templo en Tenochtitlán- no la representa solamente en su calidad de diosa de la muerte, sino como una figura sin cabeza, con lo que se expresa que la diosa de la tierra era al mismo tiempo diosa de la luna: en muchos mitos se cuenta que ésta entabla una lucha a muerte con el sol y resulta decapitada porque su disco se oscurece a medida que se acerca el sol.También en la leyenda el dios Huitzilopochtli decapita a su hermana enemiga que representa a la luna.
Coatlicue, en náhuatl “la de la falda de serpientes”, tuvo a su hijo más aguerrido en lo que se representa como un amanecer. Cuenta la leyenda que era una viuda piadosa que un día que barría el templo y que una bola de brillantes plumas que caída del cielo la fecundó.
Sus hijos e hijas, decidieron matarla en atroz arrebato de ira, pero Huitzilopochtli, dios de la guerra, que nació en el momento preciso y completamente armado lo primero que hizo fue matar a sus hermanas y hermanos, hoy la luna y las estrellas.
La representación más importante de la Coatlicue es la que se conserva en el Museo Nacional de Antropología de México: tiene pies y manos en forma de garras, una falda de serpientes entrelazadas y el pecho cubierto por un cráneos, manos y corazones humanos. La cabeza de la diosa está sustituida por dos cabezas de serpiente encontradas, que simulan dos chorros de sangre que brotan de su cuello cortado.
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