martes, 27 de enero de 2015

Reflexión de Luz de María, 31 de Diciembre del 2014

REFLEXIÓN DE LUZ DE MARÍA
31 DE DICIEMBRE DEL 2014

Amados en Cristo y en Nuestra Madre Santísima:

Dentro de este terreno en el que todos transitamos en este instante, vamos adentrándonos en ese mar del mundo,  en ocasiones turbulento, en otras ocasiones sereno, pero en el que luchamos por caminar firmes con Fe y Esperanza, aunque nos parezca que nos vamos a  ahogar, ya que nuestra alma se estremece ante la violencia,  el mal uso de la ciencia, como lo es la energía nuclear, el sacrilegio, la ira, los asesinatos y la impiedad de un hombre, que más que hombre actúa como un aliado de satanás.

¡Cuánta profundidad espiritual se encierra en la inocencia!… Al punto que ésta se quiere borrar de la faz de la Tierra, dando muerte a los niños y cuando no se les da muerte, se les envenena la mente a través de la televisión y demás juegos de video, o por medio de la alimentación transgénica o por  algunas vacunas.

A lo largo de este instante, el Cielo nos ha explicitado Su Voluntad Divina para esta generación, que ha sido confiada de manera particular a la Madre Santísima y a la jerarquía y demás prelados de la Iglesia, ante la sed que padece Cristo por las almas.

Al llegar al culmen de este Calendario que se cierra, somos invitados a revisar nuestra vida… No es asunto fácil si somos honestos, pero es necesario.

Cuando el escritor va a dar inicio a una nueva obra,  empuña cuidadosamente su pluma, claro que antes ha preparado el mejor papel, con la mayor prolijidad para que nada arruine su escrito…    Cuando el compositor va a dirigir  su obra musical, luego de escribirla en el pentagrama afina las cuerdas de los instrumentos, antes de ejecutar la melodía…  Así, Cristo y la Madre Santísima nos han preparado para que se ejecute la Obra Maestra Divina: la Salvación de las almas y el triunfo definitivo de Cristo, Nuestro Rey y Señor.

El Universo se mantiene en constante movimiento y cambio, la Tierra se renueva, y el hombre, criatura de Dios también cambia pero para involucionar y retroceder. Éste es el Lamento Divino, la Nostalgia Divina,  ya que las criaturas humanas creadas a Su Imagen  y Semejanza, actúan fuera de la Voluntad Divina.

El conocimiento del Amor Divino da la Esperanza al desesperado, da la Fe al que se cree arrojado de la Casa Paterna, es la seguridad para el que lucha día a día, es esperanza para el que en medio de lo mundano y la violencia, ha perdido a sus seres amados.

Ese Dios desconocido para algunos, sale al encuentro de Sus hijos sin esperar nada a cambio, únicamente pidiendo resistir con fe cuanto se avecina. ¡Ah!, pero como todo es preparado para la nota final, así al hombre se le escudriñará hasta lo profundo de su conciencia y tendrá que ser purificado y acrisolado: la fe será probada ante el avance del mal enfurecido contra los hijos fieles de Cristo y de la Madre.

Luego de la tormenta, saldrá el sol del Divino Querer y se estacionará en el cenit, desde donde ricos y pobres, débiles y fuertes, enfermos y sanos, pequeños y adultos, sin límites y sin fronteras, veremos la gloria del Hijo Unigénito y el triunfo de la Madre Santísima sobre el mal.

Ya no existirá el desconocimiento porque Cristo habrá enviado desde Su Casa el auxilio prometido y la Paz brillará habiendo vencido las tinieblas de la insensatez  y del  desconocimiento humano, y la Maternidad de María Santísima será nuevamente acogida por Sus hijos.

No desesperemos, que el Cielo nos dará cuanto necesitemos para sanarnos el cuerpo y el espíritu, si somos fieles. 

Un hombre renovado poblará la Tierra… y volveremos a decir con la Sagrada Escritura: “… y vio Dios que era bueno”

Deseamos a nuestros lectores un año nuevo colmado de la Fuerza Divina para continuar fieles a la Trinidad Sacrosanta y a la Madre Santísima.

Luz de María. 

www.revelacionesmarianas.com

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