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miércoles, 3 de febrero de 2016

NO MATARAS - Revelaciones de Jesús a Mons. Ottavio Michelini.


20 de febrero de 1976
NO MATARÁS
Mi Ley es sobrenatural y eterna. Vosotros la llamáis ley natural porque es conforme a todas las exigencias de vuestra naturaleza humana, a fin de que podáis conseguir aquel feliz equilibrio del que sentís necesidad.
Quien infringe esta ley, sea o no cristiano, perjudica la semilla de donde brota el justo equilibrio sin el que no puede haber en el hombre serenidad y paz, por tanto felicidad; y va a romper el orden establecido por Dios con consecuencias incalculables.
Esto es evidente: pero la maldad humana, amasijo de soberbia, de rebelión y de división, infringe voluntariamente la ley y destruye este germen divino llevando al hombre fuera del sendero del bien, haciéndolo perderse en un laberinto a menudo sin camino de salida.
He aquí, hijo mío, que con satánica insistencia, contra todo elemental derecho a la vida, contra todo derecho de la naturaleza, se quiere una inicua ley humana que legalice lo que Dios ha condenado desde siempre: el homicidio.
Esta ley: "No matarás", redactada y sancionada por el Padre, constituye una columna que sustenta el derecho natural. Quien la infringe no solo se pone en una actitud soberbia de desafío a Dios Creador, sino que violenta la misma naturaleza, realizando un crimen que grita venganza a los ojos del Cielo y de la tierra.
Matanza salvaje
Tú me has entendido, hijo: quiero hablarte del aborto, abominable parto de mentes congeladas por Satanás en el odio contra Dios y contra el hombre.
A los propugnadores de esta ley, cuya crueldad no es inferior a aquella de Herodes, no les importa la inhumana matanza de millones de criaturas inocentes e indefensas, no les importa romper la armonía de la Creación. Una cosa les importa: dar desahogo al odio inextinguible contra Dios y contra los depositarios de la ley de Dios.
Es impresionante que los inventores de esta conjura, hecha contra Dios (porque éste es el móvil principal de quienes luchan por la legalización del aborto), hayan encontrado tantos aliados. Se han convertido en una multitud separada de Dios y encaminada por la vía del crimen.
En medio de estos, tú ves no sin espanto a algunos de mis sacerdotes, incluso algún pastor que, disimulado, se hace pequeño para no ser descubierto. En vano, porque un día, aquel día grande de amargo llanto, Yo los acusaré frente a toda la humanidad por haberse prestado a la realización de un inicuo plan del Infierno.
Culpa gravísima
El aborto procurado es culpa gravísima, cuyo origen es de Satanás, porque es transgresión de la ley de mi Padre, que es ley de amor tendiente a conservar, defender y proteger el don impagable de la vida.
¿Qué hombre tiene el derecho de suprimir la vida de otro hombre?
¿Qué Estado puede arrogarse el derecho de romper el equilibrio de la naturaleza humana?
¿Qué Estado puede exaltar el derecho de abrogar una Ley divina? El pretender hacerlo es un crimen de tal gravedad que Dios no puede dejar impune.
El aborto es abominación y perversión fruto de una sociedad corrompida y anticristiana.
¡Ay de aquellos sobre cuya conciencia pesará tan tremenda responsabilidad!
No solo Yo seré inexorable Juez, sino que serán los seres humanos, víctimas del aborto los que se dirigirán directamente a mi Padre, Dador de la vida para pedir justicia sobre sus verdugos materiales y morales.
Hijo, la legalización del aborto es un producto de la barbarie materialista; pero cuántos otros hay: la violencia, los crímenes, la droga, la pornografía, la corrupción organizada, secretamente querida y financiada, aunque públicamente deplorada.
Si te hiciera ver el verdadero rostro de esta sociedad incrédula, te repito que de ello te morirías.
Esta humanidad ha rechazado la salvación ofrecida por mi misericordia; la salvaré con mi justicia.
Hijo, reza, reza; ¡no te canses!
Hoy no ves sino lo que ha podido la perversidad del Maligno; mañana verás cuánto ha podido la oración y el sufrimiento de los buenos.
Te bendigo, hijo mío; ámame.

martes, 4 de diciembre de 2012

Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V. - Jul 05 - 2005

Jul 05_05     Los Diez Mandamientos no están sujetos al modernismo.


Rosario.
Temas:
  • Mucha fortaleza deberéis tener para estos momentos que se vienen y Me la debéis pedir de corazón, porque deberéis luchar contra las fuerzas del mal.
  • El aceptar cambios a Mis Leyes, a Mis Decretos, es ponernos a Nosotros como falsos, como mentirosos a una Verdad que se os dio.
  • Os di Leyes de Amor, Mi Hijo las Vivió, os las volvió a recordar y, ¿qué hizo el hombre con Mi Hijo?


Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo:
Sobre: Mucha fortaleza deberéis tener para estos momentos que se vienen y Me la debéis pedir de corazón, porque deberéis luchar contra las fuerzas del mal.
Hijitos Míos, fue promesa Mía que la Santidad se iba a mantener en la Iglesia. Os he dicho que es Institución Divina y entre lo Divino no puede estar mezclado lo mundano. Os he dicho que no se puede servir a dos amos, ó se puede servir a uno bien y al otro mal, ó se puede servir mal a los dos y estaréis en graves problemas también.
Mis pequeños, decidios ó sois calientes ó sois fríos.
Al estar Conmigo, al buscar realmente el Camino que os dejé en Mis enseñanzas, deberéis estar buscando ésa perfección, ésa santidad y eso es lo que deberéis mostrar ante vuestros hermanos.
Son tiempos de actuar, Mis pequeños, además de orar. La oración os debe de llevar a ésa actuación, a mostrar lo que tenéis en vuestro corazón, en vuestro ser.
Son tiempos, os he dicho que deberéis ser como linternas, alumbrando en ésta obscuridad que ya os cubre, obscuridad espiritual que veis por todos lados, que lucháis contra ella, que os ataca, lo estáis viviendo ya, Mis pequeños. No podéis tapar ya la realidad que estáis viviendo y que estaba profetizada. La obscuridad espiritual, moral, ya os cubrió.
A los que he escogido alrededor del mundo y que he ido enseñando, como a vosotros, Mis pequeños, que habéis tomado Mi Vida, Mis enseñanzas como propias, sois los que deberéis en éstos tiempos mostraros como verdaderos Cristos.
Ciertamente se sufre al llevar la Verdad a vuestros hermanos, Verdad que les incomoda, porque les estaréis confirmando que se puede vivir correctamente aún a pesar de que la mugre y la obscuridad os estén envolviendo.
Mis pequeños, mucha fortaleza deberéis tener para éstos momentos que se vienen y Me la debéis pedir de corazón, porque deberéis luchar contra las fuerzas del mal, contra todo el error que se ha difundido.
Deberéis abrir oídos sordos, deberéis dar vista a los ciegos, deberéis dar Amor a los corazones, deberéis llevar a vuestros hermanos a la Verdad, a la que Yo llevé a vuestros hermanos cuando Me presenté ante el mundo, porque la obscuridad envolvía, también en aquellos tiempos, a vuestros hermanos.
Ahora os toca a vosotros, después de dos mil años volver a traer Luz. Yo traje Luz, se alumbró por un tiempo al mundo y el mundo volvió a la obscuridad y deberéis, por eso, ser nuevamente esos Cristos, Mis hermanos, que deberán volver a dar Luz al mundo, antes de que la Gran Luz venga a iluminaros y que os traiga una Paz grande y duradera a toda la humanidad.
Empezad pues, como chispitas, a producir ése fuego abrasador entre vuestros hermanos, que vaya destruyendo todo el mal que hay en los corazones, que vaya mostrando entre vuestros hermanos, que el Amor aún se mantiene en el mundo y que sí hay una Luz que se puede seguir para liberaros de las cadenas del mal.
Sed fuertes, sed valientes y saldréis victoriosos y llevaréis también a muchos de vuestros hermanos hacia ésa  Victoria que Soy Yo, vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre:
Sobre: El aceptar cambios a Mis Leyes, a Mis Decretos, es ponernos a Nosotros como falsos, como mentirosos a una Verdad que se os dio. 
Hijitos Míos, Soy vuestro Padre, Soy vuestro Dios.
Mis pequeños, sí, ciertamente debéis pedir el discernimiento no solamente para vuestros hermanos, sino para vosotros mismos, pero además de ello, Mis pequeños, deberéis pedir la obediencia, obediencia a las Verdades que Yo os di, que os dio Mi Hijo y que os da el Espíritu Santo en vuestro corazón.
El aceptar cambios a Mis Leyes, a Mis Decretos, es ponernos a Nosotros como falsos, como mentirosos a una Verdad que se os dio.
Yo soy vuestro Dios, Yo conozco la naturaleza humana, Yo Vivo fuera del tiempo, vosotros estáis en el tiempo. Al conocer vuestra naturaleza, sé cómo el hombre cae y por eso se os dieron éstas Leyes y Decretos para toda la historia de la humanidad, lo que fuera a durar.
Mis pequeños, Mis Leyes son de Amor, el Amor es eterno, todas Mis Leyes os van a llevar a ello, a amar. El Amor no admite modernismos. En los mismos Evangelios se os dice que todos los Dones desaparecerán, menos el Amor, porque el Amor es eterno, porque Eterno Soy Yo.
Buscad, estudiad e introducid en vuestro corazón, ésta realidad, Mis pequeños, porque busco solamente el Amor entre vosotros. Todo aquello que aceptéis fuera de Mis Leyes, estudiad, meditad y veréis que os van a llevar fuera del Amor, de la Pureza, de la Santidad, os van a llevar a un libertinaje, a una soltura, a una mediocridad espiritual. Meditad con honestidad esto que os digo, Mis pequeños. Sabéis que os he dado libertad, Yo no os voy a forzar, pero sí os doy la Sabiduría para que podáis entender lo que  Yo os doy y lo que os pido.
Os vuelvo a repetir, Mis Leyes y Decretos son eternos, Yo no puedo contradecirMe, puesto que Soy Dios, Yo Soy el Sabio, Yo Soy el Santo, Yo Soy el Perfecto.
El hombre es el que va acomodando su vida y su pecado a sus obras y así es como el hombre Me hace ver mal ante los demás hombres, haciendo creer que lo que Yo os dije, es obsoleto para los tiempos actuales. El hombre sigue pecando desde el principio de los tiempos de la misma forma, por eso os digo que Mis Leyes y Decretos son para crecimiento espiritual, son para llevaros a la perfección en el Amor.
Pedid Sabiduría, pedid Humildad para que os lleven a la perfección del Amor.
Os Amo, Mis pequeños, os Amo.

Tercer Misterio. Habla Dios Padre:
Sobre: Os di Leyes de Amor, Mi Hijo las Vivió, os las volvió a recordar y, ¿qué hizo el hombre con Mi Hijo? 
Hijitos Míos, os invito a discernir los tiempos actuales para que no os dejéis engañar, para que veáis que Mis Palabras son Verdaderas y que hay Amor en Mis Palabras y en Mis intenciones y no confiéis en aquél que se opuso al Amor, satanás, quien se está apoderando fuertemente de éste mundo, de Mi Creación, de vuestras almas.
Os invito a repasar los Mandamientos que os di, que los meditéis en vuestro corazón, a la Luz del Espíritu Santo, para que veáis la realidad que estáis viviendo a vuestro alrededor.
En el Primer Mandamiento, en donde se os pide amarMe, respetarMe, agradecerMe todo lo que os he dado, todo lo que Soy para vosotros, lo que debo Ser para vosotros, ¿qué es lo que os pide el mundo ahora? olvido, olvido a vuestro Dios y a ser dios de vosotros mismos. Os lleva el mal a apartaros de Mí, de vuestro Dios y Creador, de vuestro Padre, quien solamente quiere vuestro bien. Os lleva a apartaros del Amor Infinito del Amor Creativo, del Amor que os da Paz, del Amor que os da Sabiduría, del Amor que os da conocimiento para poder hacer de éste mundo la belleza que Yo Creé en el Principio.
¿Qué hace el hombre ahora sin su Dios? cae en la obscuridad en la que estáis. El hombre no puede vivir sin llenar su alma de Mí, Yo Soy Vida, vuestra alma nació de Mí y vuestra alma necesita de Mí para seguir viviendo. El hombre, al hacerle caso a las potencias del mal, al buscar llenarse de algo espiritualmente, ahí es donde el demonio, el enemigo, os pone todas las posibilidades de poderos llenar de mugre.
Y así es como el hombre se va degradando espiritualmente cada vez más. Tratando de encontrar en lo que satanás le pone como alimento para el alma, lo que realmente le está dando es olvido de Dios, cosas del mundo, separación eterna.
Y así es como el hombre se aparta totalmente de Mí y no cumple ya con el Primer Mandamiento, Mandamiento de Amor, Mandamiento de agradecimiento, Mandamiento que le da Vida.
En el segundo Mandamiento, tenéis al hombre separado del mismo hombre, luchando, peleando, destruyéndose mutuamente, se apartan de Mí, vociferan contra Mí, blasfeman contra Mí, juran contra Mí, ¿en dónde pues está el amor que debiera tener el corazón del hombre? otra vez, os lleva satanás a apartaros del Amor ó ¿acaso lo que estáis viviendo os da seguridad a vuestro alrededor?
Sed honestos Mis pequeños, éste modernismo, éstos cambios ¿os están llevando a la unión? El Amor, os vuelvo a repetir, os da paz, os da comprensión, os da unión, ¿acaso tenéis eso en éstos momentos de vuestra vida? ¿Son obsoletas Mis Leyes?, son Leyes de muchos siglos, ciertamente, pero os llevan a todo lo contrario de lo que estáis viviendo en estos momentos.
Os pido también Santificar Mis días, que realmente deberías santificar cada día y ofrecérmelo a Mí, vuestro Dios. Cada día es una oportunidad más que le doy al alma para su santificación. Y, ¿qué hacéis, Mis pequeños con la santificación de Mis días? Os he pedido solamente un día en que os acordéis de Mí, que Me tengáis a Mí en vuestro corazón y ése día lo convertís en cosa de juego. Os ha llevado el demonio el vivir para la televisión, vivir para actos humanos que os distraen.
El domingo, día del Señor, día en que el hombre debiera llevar su diezmo, pero no hablo del diezmo material, sino el diezmo espiritual, ir a ofrecerMe y agradecerMe lo que durante la semana le di con todo Mi Corazón, agradecerle a Mi Providencia cómo se derramó sobre cada uno de vosotros.
El día en que quiero teneros en Mi Casa, el día en que quiero derramar Mis Bendiciones y Mis agradecimientos sobre cada uno de vosotros y el día en que quiero teneros reunidos a Mi alrededor, pidiéndoMe más Sabiduría, pidiéndoMe que os toque para que recobréis la salud de cuerpo y alma, el día en que Me tenéis a Mí, -solamente a Mí- y poder compartir lo que tuvisteis durante la semana, poder platicar de Padre a hijo, de Hermano a hermano, de Confesor a penitente, día solamente de Dios con el hombre, y ¿qué hacéis, Mis pequeños? todo lo contrario, no os acordáis de Mí, muy pocos van a agradecerMe, a estar Conmigo en Mi Casa. Otros van porque tienen que ir por cumplir, pero no para amar.
Nuevamente os pregunto ¿hay amor en vuestros actos?, el apartaros de Mí, ¿os está llevando a tener más amor? ¡No!, vais los domingos, si buenamente vais, pero de qué os sirve el haber ido cuando el resto de la semana actuaréis como verdaderos enemigos en vuestro trabajo, en vuestro hogar, en la calle.
No, Mis pequeños, ved nuevamente cómo el Amor ya no está en vuestro corazón ¿y queréis seguir viviendo como estáis viviendo? no seáis necios, Mis pequeños, abrid vuestro corazón, abrid vuestra mente, dejad que Mi Mente se funda con la vuestra.
Cuarto Mandamiento, ¿qué hacéis con vuestros progenitores cuando ya son ancianos, decrépitos? (Lenguas...), aquellos que os dieron la vida y no solamente la vida humana, sino la vida espiritual, aquellos que dejaron sus horas, sus minutos, sus segundos por cuidaros, aquellos que os guiaron cuando erais pequeños, aquellos que derramaron su amor por vosotros, que os dieron seguridad, que os dieron el inicio de una vida.
¿Qué hacéis con ellos, Mis pequeños?, los abandonáis, los tratáis a veces peor que animales, los destruís y el amor que os enseñaron se vuelve odio y desprecio sobre ellos, el tiempo que os dieron para teneros entre sus brazos, para daros todo su amor, ahora  ésos mismos brazos los avientan a una institución para que los cuiden otras almas, otros corazones y así, podáis tener una vida libre de aquellos que realmente os dieron libertad al llenaros de Mi Amor.
¡Qué injusto es el hombre! ¿Se le llama a eso amor? nuevamente os pregunto. Si no habéis absorbido el amor, si no habéis querido hacer crecer el amor que os dieron vuestros progenitores ¿qué podréis dar a vuestros hijos?,  por eso el mundo está así.
Ése odio, ésa maldad que creáis contra los que fueron vuestros padres en la Tierra, se revertirá contra vosotros en vuestro Juicio. Si no hay amor en vuestro corazón, si no habéis dado amor, no podréis llegar al Reino del Amor.
¡Mis pequeños, no matarás! ¡Caín, el primer asesino de la humanidad y de ahí en adelante, muchos, muchos hermanos vuestros han caído en lo mismo!, falta de amor completamente para el hermano, no hay otra palabra, Mis pequeños, y estáis viviendo eso. Son Leyes del Principio de los Tiempos, y las queréis hacer a un lado por ser obsoletas. ¡Qué tontos sois, Mis pequeños! cuando os he dado Leyes para que os mantuvieras en el Amor y que todo fuera bello en el Amor. Si no matáis de obra, matáis de palabra.
Guerras, destrucción, maldad, podredumbre en el corazón del hombre, crítica, envidia, falta de Amor. No dejáis crecer a vuestros hermanos ni crecéis vosotros y no os queréis dar cuenta de ello, nuevamente, falta de Amor. Si vivierais en el Amor Verdadero, buscaríais el crecimiento de vuestros hermanos, buscaríais el bien total sobre ellos, desearíais que ellos fueran mejores que vosotros, porque Me los ofrecerías como holocausto Divino, Me los daríais como premio a vuestro esfuerzo y a vuestra humildad.
Pero no, queréis estar siempre sobre vuestros hermanos, no dejáis crecer a aquellos que tienen capacidades superiores a las vuestras y si no podéis destruirlos con la lengua, matándolos con blasfemias, con mentira, los destruís quitándoles la vida, vida que solamente puedo tomar Yo, vuestro Dios.
¿Hay Amor en la destrucción? Por eso estáis encadenados al mundo. El fango de la maldad, el fango de la muerte espiritual os detiene, detiene vuestro crecimiento espiritual y no os deja crecer y vosotros mismos no dejáis crecer a vuestros hermanos.
No hay humildad en los corazones, os creéis conquistadores y el conquistador destruye a todo aquel que puede estar sobre él mismo y así el mundo se ha vuelto conquistador.
Yo os mando almas, almas que vayan renovando todo, que os vayan dando ésos secretos, ésa Sabiduría Santa para ser mejores, mando almas llenas de Amor a la Tierra y vosotros, conquistadores, las destruís.
¿Dónde está el Amor?
No fornicarás, Mis pequeños, ya no hay pureza y santidad en vuestros actos ni en vuestros pensamientos. ¿A qué os lleva todo esto? a destruir Mi Creación, a no respetar Mi Creación, a no respetar la nueva vida que debierais darMe con amor y bajo Mis Leyes.
Libertinaje, libertinaje de sexo, de impureza, os habéis convertido peor que animales. El animal sigue sus instintos y los respeta, vosotros ya no.
Seguís vuestros instintos, porque ya no respetáis las Leyes que os he dado y que puse en vuestro corazón, pero ni aún vuestros instintos respetáis, por eso os digo que ya sois peor que animales.
A eso os ha llevado el enemigo, a no respetar a vuestro prójimo, a no respetar al sexo opuesto, -en el mejor de los casos-, cuando ahora, vuestro mundo está peor que Sodoma y Gomorra.

Sexo, sexo desenfrenado, lujuria por todos lados, lujuria en vuestra boca, en vuestra mente, en vuestro corazón y ¿habláis de amor?, nuevamente os digo, ¡qué tontos sois, Mis pequeños, que os dejáis engañar por el gran engañador! haciendo a un lado Mis Leyes que os llevarían a ésa perfección de vida, que os llevarían a ésa santidad a la cual estáis llamados todos y ¿qué pasa? destrucción, muerte, concupiscencia.
¿Y a eso le llamáis amor y Me hacéis a un lado porque no es el Amor que Yo os pido?, buscáis es el amor sangriento, pecaminoso, amor de los sentidos, que os llevan solamente a la destrucción y a vuestra muerte eterna.
No hurtarás, vuestra misma depravación, moral y espiritual os llevan a tomar lo que no es vuestro, os llevan a la maldad, al robo, a la mentira en el comercio, a la mentira en lo que vendéis a vuestros hermanos. No sois justos ni honestos con lo que le dais al prójimo. Ya les decía Mi Hijo a los usureros, a los comerciantes cómo se aprovechaban del prójimo y el hombre no ha cambiado.
El corazón, del hombre se cierra a Mis Leyes, Leyes que os di para perfeccionaros y os pregunto, Mis pequeños ¿al apartaros de Mí y de Mis Leyes, porque decís que son obsoletas, estáis mejor?, ¿habéis hecho un mundo mejor?, ¿vuestras capacidades humanas os han llevado a una sabiduría mejor que la Mía, que os están dando paz, armonía y Luz entre los pueblos? no seáis necios, no os mintáis a vosotros mismos.
El corazón del hombre se ha depravado y por eso os he dicho otras veces que estáis viviendo en la inmundicia y además, os gusta ésa inmundicia.
No desearéis la mujer del prójimo, nuevamente el mal, el mal en vuestro corazón impureza, falta de santidad, concupiscencia, sexo desenfrenado. Estáis aceptando en vuestra vida, filosofías que os llevan solamente a eso, al engrandecimiento del sexo, a divinizar al sexo sin procrear.
Yo os di una orden tajante “creced y multiplicaos”, ¡pero no!, impedís el fruto, el fruto que debe dar el amor. ¿Dónde están los frutos de vuestro Amor? pero no solamente hablo de vuestros hijos, de las almas, sino de frutos de Amor. Debéis llenar a ésas almitas de Mi Amor, para poder reproducir en ellos la imagen de Mi Hijo, debéis hacer de ésas almitas, almas santas, que agradezcan a su Creador el Don de la vida.
No, Mis pequeños, no hay tampoco Amor ahí, es solamente concupiscencia y lo veis todos los días, os lo muestran en los medios de comunicación y lo tomáis como verdaderas leyes y decretos, por eso, sentís que Mis Leyes y Decretos son obsoletos, porque se os dan nuevas leyes y decretos para éstos tiempos, en donde ya no hay cabida para lo Mío, para lo Santo.
Os habéis dejado engañar y ése engaño es para vosotros ley.
No codiciareis las cosas ajenas, ¡Oh! Mis pequeños, codiciáis lo que no tenéis y por eso tenéis el mundo que tenéis ahora. Os vuelvo a repetir, el conquistador, destruye, toma, veja, mata y ahora lo tenéis hasta en vuestras calles.
Os matan porque están codiciando lo vuestro, porque no quieren trabajar para obtener lo que se debe obtener en forma santa, con vuestro trabajo diario, con vuestra Cruz de todos los días, os pregunto nuevamente ¿hay Amor en esto?
Ved, Mis pequeños, ved cómo estáis viviendo en el error, ¿veis cómo estáis viviendo la maldad?, lo estáis viendo a vuestro alrededor y ahora es parte también de vuestra vida y lo peor de todo, es que no actuáis con amor, sino actuáis en defensa y así lo transmitís, ésas son vuestras enseñanzas ahora, es la ley de la selva, hacer primero daño para que no os hagan daño, asustar al prójimo con vuestros poderes, con vuestras capacidades, con vuestra autoridad para poderle quitar al otro y el otro no pueda hacer nada contra vosotros.
¿Hay Amor, Mis pequeños en esto? Os di Leyes de Amor, Mi Hijo las Vivió, os las volvió a recordar y, ¿qué hizo el hombre con Mi Hijo? lo hizo a un lado, lo destruyó, porque el hombre quería vivir sin Amor, el Amor se Encarnó y el Amor fue eliminado de la Tierra por el mismo hombre y el Amor fue Crucificado. Estáis nuevamente en éstos momentos sin Amor y todo aquel que levante el estandarte del Amor, será atacado en la Tierra, pero tendrá gran Vida en el Reino de los Cielos.
Ciertamente os digo, y Yo como Padre Creador os digo, que el Amor vencerá, porque no hay nada más poderoso que el Amor.
Os he dejado vivir en vuestra concupiscencia, en vuestro mal, en vuestro pecado, porque así lo quisisteis, pero os levantaré y entonces es cuando veréis lo que es verdaderamente el Amor, el Amor que apartasteis de vuestra vida, el Amor que dijisteis que era obsoleto y que os dará la felicidad que siempre buscaba vuestro corazón.
Agradeceréis ésos momentos y Yo, sin rencor os atraeré a Mi Corazón, os Amaré como siempre os he Amado y agradeceré a aquellos que se mantuvieron, aún en la obscuridad en el Amor de vuestro Dios. Gracias, Mis pequeños.


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