jueves, 27 de octubre de 2016

Ago 11_16 Preparaos, el tiempo de la Purificación, ha llegado sobre vosotros.

Ago 11_16 Preparaos, el tiempo de la Purificación, ha llegado sobre vosotros. ImprimirE-Mail
Rosario vespertino.


Temas: 


  • ¡Oh! ¡Pobre humanidad, que creéis estar viviendo, cuando, realmente, estáis muertos! Tenéis vida que no es Vida, vivís en la muerte, porque no vivís en Mi Vida. Satanás os ha llevado a un estado letárgico de muerte, de muerte espiritual. 
  • Hay tantas almas que Hemos rescatado, que estaban encadenadas a satanás, que han sido recuperadas gracias a vuestra oración, a vuestro amor hacia Mí, primeramente, y hacia vuestros hermanos.
  • Gracias, Mis pequeños, por perseverar, gracias porque estáis Conmigo y Yo os llevaré a ésos Cielos y a ésas Nuevas Tierras que os tengo prometidos. Falta poco, Mis pequeños, seguid adelante, pronto veréis la Luz de vuestro Nuevo Hogar, aquí en la Tierra, y gozaréis Conmigo, y con vuestros hermanos del Cielo, el regalo que os daré.
  • Éste año inicia la Purificación mundial y Universal, como os he dicho. Preparaos, el tiempo de la Purificación, ha llegado sobre vosotros.
  • Mis regalos son grandes para aquellos que Me aman. Mi Justicia, es terrible, para aquellos que Me odian, que Me han maltratado, que Me blasfeman, que Me han negado, Soy un Dios Justo y doy a cada quien, lo que se merece.


Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V. 



Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: ¡Oh! ¡Pobre humanidad, que creéis estar viviendo, cuando, realmente, estáis muertos! Tenéis vida que no es Vida, vivís en la muerte, porque no vivís en Mi Vida. Satanás os ha llevado a un estado letárgico de muerte, de muerte espiritual. 

¡Oh! ¡Pobre humanidad, que creéis estar viviendo, cuando, realmente, estáis muertos! Tenéis vida que no es Vida, vivís en la muerte, porque no vivís en Mi Vida. Satanás os ha llevado a un estado letárgico de muerte, de muerte espiritual. 

Creéis vivir, pero, al no tener Mi Vida, al no vivir en estado de Gracia, estáis muertos ante Mi Presencia y si no os arrepentís a tiempo, antes de que llegue la muerte a vosotros, moriréis eternamente.

¡Pobre humanidad, tan engañada por satanás!, que seguís a los que están muertos, que están como vosotros, que no os dan Vida y, así, unos y otros, os compartís la muerte, porque vivís en el pecado, vivís en ésa muerte espiritual, que no deja que Yo pueda habitar en vosotros y os dé la Verdadera Vida. 

Mis pequeños, Yo viví en el Mundo, os traje la Luz, os traje Vida, os traje Sabiduría, os traje las Virtudes, os traje el Amor. Yo, vuestro Dios, os saqué da las tinieblas en las que vivíais, visteis la Luz Verdadera, que Soy Yo, vuestro Dios, vuestro Salvador. Os vine a rescatar de las garras de satanás que os tenían aprisionados y vosotros, muy pocos de vosotros, reaccionasteis y tomasteis Mi Vida y pudisteis libraros de la obscuridad de las tinieblas, a donde os tenía encarcelados satanás.

El tiempo ha pasado, ya van más de dos mil años de Mi Venida a la Tierra y seguís en tinieblas, os traje la Luz y seguís prefiriendo las tinieblas.

¡Cuánto Dolor Me causáis!, ¡Oh!, pobre humanidad malvada, desagradecida, os vine a rescatar de las garras de satanás, de las tinieblas en donde estabais y son pocos, muy pocos, los que verdaderamente han tomado Mis Enseñanzas, Mi Sabiduría, la vida en el Amor y en las Virtudes que Yo os traje del Cielo.

¡Pobre humanidad! ¡Tan poca cosa que sois, pero os amaMos!, y hacéis tantas cosas en contra del Amor, que en lugar de ganar Nuestro Amor, lo estáis perdiendo. Vosotros mismos estáis escogiendo vuestro destino. Si no Me seguís a Mí, necesariamente estáis siguiendo a satanás, que es vuestro enemigo.

Estáis ciegos, sordos, no queréis escuchar lo que es bueno para vuestra alma. No queréis vivir en las Virtudes y en el Amor. No queréis caminar por caminos de Luz, de Amor, de Esperanza, os mantenéis en la obscuridad, de la cual os rescaté y volvéis a caer en ella y no hacéis, prácticamente, nada para salir de ella.

Satanás os lleva a un goce superfluo, pecaminoso, malvado. Vivís en la mentira y no queréis ver la realidad, no queréis ver la Verdad que Yo os traje y que tanto Me costó.

Morí por vosotros, para traeros Vida, para llevaros a la Verdad, para que vivierais el Amor y hacéis a un lado todo eso y queréis seguir viviendo en la mentira y en la maldad.

Los tiempos están próximos, estáis ya fuera del tiempo, el tiempo ya no es tiempo, estáis a momentos de la gran prueba y ni siquiera eso os mueve a la reflexión y al arrepentimiento. 

Es más, ya ni buscáis lo que os pueda hacer crecer espiritualmente y llevaros a vuestra salvación eterna. Ya no os interesa vivir Conmigo, preferís los goces del Mundo y no el sacrificio, la donación, para alcanzar la Verdad y vivir en ella. ¡Cuánta maldad tenéis en vuestro corazón, si lo pudierais ver espiritualmente, os resultaría nauseabundo ver vuestro estado del alma! No entendéis, o no queréis entender vuestra realidad espiritual y será demasiado tarde cuando os veréis como realmente estáis, pero ya no podréis arrepentiros y os condenaréis eternamente.

De poco sirvió Mi Donación para la gran cantidad que sois vosotros. Me di por todos vosotros y muy pocos Me siguen.

Os Bendigo, Mis pequeños, por estar Conmigo, por tener Fe en Mis Palabras, por querer seguir haciendo Vida, el Amor en el Mundo. Derramaré sobre vosotros Mis Bendiciones, Carismas, Mi Amor, para que podáis compartirlos con vuestros hermanos y les ayudéis a reaccionar a tiempo, antes de que venga su Juicio Particular y se puedan condenar.

Os conozco a cada uno de vosotros y os daré lo que necesitaréis para ayudarMe a rescatar almas para que tengan vida eterna en el Reino de los Cielos.

Al menos, vosotros, dadMe vuestro Amor, dejadMe vivir en vuestro corazón, consentidMe por lo que otros no hacen, dejadMe que Viva en vosotros, para que vean que todavía Vivo, y que Mi Amor, todavía, os ama.

Orad, orad, intensamente, por todas aquellas almas que se puedan condenar, pero hacedlo de corazón, Mis pequeños, para que Yo toque a las almas y cambien. No os imagináis, Mis pequeños, el valor de la oración y más en estos tiempos, en que hay tantas almas que se pueden condenar. La intercesión tiene un valor inmenso, porque al orar vosotros por vuestros hermanos que no conocéis y lo hacéis con un verdadero amor, vuestro amor toca el Mío y, Yo, derramo Mis Bendiciones, para que alcancen su arrepentimiento, su conversión y su salvación eterna.

Orad, orad a todo tiempo y destiempo, para que Yo pueda salvar infinidad de almas que están prácticamente condenadas; os lo agradeceré inmensamente, Mis pequeños y, así, vuestras familias, aseguraran, también, su salvación eterna. Recordad que lo que hagáis por vuestros hermanos, eso se volverá hacia vosotros y a los vuestros. DadMe almas y Yo os daré Vida eterna, a vosotros y a los vuestros.
Gracias, Mis pequeños.


Segundo Misterio. Habla la Santísima Trinidad.
Sobre: Hay tantas almas que Hemos rescatado, que estaban encadenadas a satanás, que han sido recuperadas gracias a vuestra oración, a vuestro amor hacia Mí, primeramente, y hacia vuestros hermanos.

Hijitos Míos, los tiempos son críticos, os lo he venido diciendo de algunas semanas para acá.

Nunca os voy a dejar solos, desamparados, a merced de las fuerzas satánicas; si vosotros Me buscáis, ahí estaré, si vosotros Me despreciáis, ahí estaré. Soy vuestro Padre, Soy vuestro Dios, Soy el Santo Espíritu que os ilumina.

Vosotros, sois Mis hijos, sois Mi Creación, vinisteis a servirMe a la Tierra, pero desviasteis el camino. Ese primer acto de Amor que vosotros hicisteis al donaros para bajar a servirMe, para Mí, vale muchísimo, por eso os busco y os quiero regresar al Reino de los Cielos.

Las almas se debilitan cuando no hay suficiente oración, cuando no hay búsqueda de vuestro Alimento Espiritual, especialmente de la Sagrada Eucaristía y los Sacramentos. Os debilitáis y esto lo aprovecha satanás para empezar a inculcar en vosotros ideas erróneas que os desvían del verdadero camino que Yo os vine a mostrar en la Presencia de Mi Hijo.

Soy vuestro Dios, en Mi Santísima Trinidad, sois Mi Creación y así, como Mi Santísima Trinidad os ha dado vida, os ha dado guía, os ha dado vuestro camino, ahora, en Mi Misma Santísima Trinidad, os voy a recuperar, os quiero a regresar a Mí, a donde pertenecéis y, de muchas formas, voy moviendo a las almas a que recapacitéis, que retoméis el camino de la Verdad y del Amor y vengáis a Mí.

Como os dije, nunca os voy a abandonar y tenéis una protección constante a través de los Ángeles del Cielo, ellos están con vosotros, vuestro Ángel de la Guarda está con vosotros; todos los Ángeles están atentos a vuestra actuación y os han de rescatar de los momentos difíciles que estáis padeciendo y que padeceréis, todavía, más fuertemente. Ya están entre vosotros y os están aconsejando, os están rescatando, os están regresando al camino de la Verdad.

Yo Soy un Padre Amorosísimo para las almas que Me aman y Me buscan y, también, Soy un Padre que sabe perdonar a las almas pecadoras y que Me rechazan.

Entended, Mis pequeños, que por más malos que seáis, aunque Me hayáis vuelto la espalda, aunque Me repudiéis, Yo nunca os abandonaré, espero ése momento en que Yo pueda daros la Luz de Mi Santo Espíritu, que os haga ver la Verdad.

Conocéis cómo hay hermanos vuestros que habían tenido una vida terrible, atroz, mundana, pecaminosa y, en algún momento, fueron tocados por Mi Gracia y los rescaté, pero, ahí es donde intervenís vosotros, cada uno de vosotros. Vosotros podéis rescatar muchas almas, ¡os lo he pedido tanto!, vuestra oración es escuchada en todo momento, pero debéis tener paciencia, porque hay almas muy renuentes a Mi Gracia que necesitan mucha oración, sacrificios, ayunos, penitencias, para que puedan entender, para que Mi Gracia entre profundamente en ellos. 

Paciencia, Mis pequeños, como Nosotros, en Nuestra Santísima Trinidad, Hemos tenido paciencia con vuestros pecados. 

Hay tantas almas que Hemos rescatado, que estaban encadenadas a satanás, que han sido recuperadas gracias a vuestra oración, a vuestro amor hacia Mí, primeramente, y hacia vuestros hermanos.

Confiaos plenamente a vuestros Santos Ángeles que os rodean, ellos os rescatarán de momentos difíciles. Platicad con ellos, orad juntos, pedidles que os acompañen en todo momento, compartidles Mi Amor, ellos os enseñarán muchas cosas bellas, confiad en ellos.
Gracias, Mis pequeños.


Tercer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Gracias, Mis pequeños, por perseverar, gracias porque estáis Conmigo y Yo os llevaré a ésos Cielos y a ésas Nuevas Tierras que os tengo prometidos. Falta poco, Mis pequeños, seguid adelante, pronto veréis la Luz de vuestro Nuevo Hogar, aquí en la Tierra, y gozaréis Conmigo, y con vuestros hermanos del Cielo, el regalo que os daré.

Hijitos Míos, en las Escrituras, os prometo que, a todos aquellos que Me buscáis, seréis marcados por Mis Ángeles. Yo Soy vuestro Dios, Soy vuestro Creador y os busco para protegeros, para guiaros y para regresaros al Reino de los Cielos, a donde pertenecéis.

He puesto Mi Marca en vuestra frente y en vuestro corazón, os reconoceréis cuando la obscuridad os cubra, pero lo primero que veréis en vuestros hermanos, para reconoceros, será la Paz y el Amor que os daréis mutuamente.

Cuando no tenéis un soporte espiritual, cuando no confiáis en alguien, os desesperáis. Buscáis, primeramente, a aquellos que creéis que os puedan proteger, pero, si espiritualmente van a estar igual que vosotros, estarán, también, desesperados y no sabrán qué camino tomar.

Os he dicho que esto sucedía en el pueblo judío, pueblo rebelde, pueblo hipócrita, pueblo mentiroso, pueblo idólatra, que tantas veces Me dio la espalda, y Me la sigue dando. Me tuvieron, plenamente, porque ellos fueron el pueblo que escogí, pero Me rechazaron, Me traicionaron y Yo escogí, entonces, a un nuevo pueblo y éste es, el rebaño que escuchó la Palabra de Mi Hijo y La sigue y aprende de Él, escucha Su Voz y vienen a Mí.

Ése es el nuevo pueblo, un pueblo que Me ama a pesar de todo lo que está sucediendo, un pueblo que comprende, perfectamente, el Dolor de Mi Hijo, Su Donación, Su Amor por cada uno de vosotros y, por eso, Me siguen y Me aman. Un pueblo que quiere ser rescatado pero, antes dejar mucho fruto. Un pueblo que no pertenece al mundo, ciertamente, está en el Mundo, pero el mundo también lo ha rechazado, porque no quiere vivir como el mundo vive.

Ése es Mi nuevo pueblo, un pueblo en el que puedo ver a Mi Hijo en cada uno de sus habitantes; un pueblo que ha luchado contra las fuerzas de satanás, y no ha sido vencido, porque Mi Hijo Vive en cada uno de sus miembros. Un pueblo que se ama como hermanos verdaderos, que buscan una fraternidad Divina y no concupiscente, como se vive en el mundo. Un pueblo que está buscando reunirse con sus hermanos del Cielo, donde está vuestro Hogar.

Sois Mi Pueblo, Mis pequeños, os voy reuniendo y, así, como vosotros, en vuestro grupo, en éste momento, también, hay varios grupos que pertenecen a Mi pueblo, que estáis Conmigo, que Me buscáis y obedecéis Mis Mandamientos, que os sentís incómodos de vivir en este Mundo, porque el Mundo, ya no os llena. Os reunís para hablar de Mí y de lo Mío, un pueblo que se apoya, que ríe sanamente, un pueblo que quiere transmitir Mi Vida a sus hermanos, aunque se les ataque.

Sois Míos, Mis pequeños, sois Mi nuevo pueblo, vosotros Me buscáis, tenéis Fe en Mí, vivís en Mi Amor, como hubiera querido que el pueblo, al que primero escogí, fuera como vosotros, que os mantenéis en vida espiritual constante y, con un amor inmenso hacia Mí.

Os amo, Mis pequeños y os protegeré contra las fuerzas de satanás en éstos tiempos de gran prueba espiritual. 

Soy vuestro Dios y vosotros Me pertenecéis, os he venido rescatando de entre las multitudes, ahora ya habéis encontrado vuestro Hogar Verdadero, estáis Conmigo, estáis con vuestro Dios. 

Gracias, Mis pequeños, por perseverar, gracias porque estáis Conmigo y Yo os llevaré a ésos Cielos y a ésas Nuevas Tierras que os tengo prometidos. Falta poco, Mis pequeños, seguid adelante, pronto veréis la Luz de vuestro Nuevo Hogar, aquí en la Tierra y gozaréis Conmigo, y con vuestros hermanos del Cielo, el regalo que os daré.
Gracias, Mis pequeños. 


Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Éste año inicia la Purificación mundial y Universal, como os he dicho. Preparaos, el tiempo de la Purificación, ha llegado sobre vosotros.

(Lenguas…) Hijitos Míos, vuestra traición, vuestra necedad, vuestra soberbia, ha llegado al límite. Padeceréis lo que la humanidad no ha padecido desde el Diluvio, una Purificación Mundial y Universal se dará, os lo he venido anunciando y pocos habéis reaccionado a Mi llamado.

Como os había dicho, este año dará principio a ésa Purificación, será el parteaguas del viejo y el Nuevo Mundo que se os dará.

Vosotros esperáis grandes catástrofes, pero, la peor catástrofe, la traéis vosotros mismos en vuestro corazón. Como os dije antes, en un principio, la gran mayoría de vosotros ya estáis muertos, las catástrofes naturales, que se darán, serán para purificar las tierras, las que vosotros mismos echasteis a perder, y renacerán  nuevas tierras,  nuevas aguas, todo será purificado.

Se os dio la tarea de cuidar la naturaleza, porque ella misma os estaba sirviendo, os estaba dando vida por Orden Mía, os estaba dando Mi Amor a través de los cuidados que os daba en el aire, en la tierra, en vuestros alimentos y, vosotros, en lugar de cuidarla, la atacasteis, atacasteis y destruisteis vuestro hogar. 

Ha llegado el momento en que la misma tierra y el Universo entero, se han cansado de vuestro maltrato, Yo Mismo, vuestro Dios, Me cansé ya de vuestro repudio a Mi Amor. Se os ha avisado desde hace muchos años que ibais por mal camino y no habéis querido reaccionar. 

De tiempo en tiempo, Mi Hija, la Siempre Virgen María, bajó a avisar al hombre, y a la misma Iglesia, que ibais por mal camino y no habéis querido reaccionar.

La Presencia de Mi Hijo, en los Sacramentos, los habéis ultrajado, los sacrilegios están a la orden del día, la misma Iglesia no ha cuidado el gran Tesoro que se os dejó en la Presencia Real y Divina de Mi Hijo entre vosotros.

Muchos, muchos ministros de la Iglesia se han vuelto al mal, han hecho trato con el enemigo; los gobiernos de la Tierra, que debieran cuidar a sus conciudadanos, los han venido maltratando por siglos. El mismo hombre que debiera agradecerMe todos Mis cuidados y que debierais vivir como hermanos, os tratáis como enemigos y os hacéis daño unos a otros, no estáis viviendo en el Mundo que Yo creé para vosotros, no estáis viviendo como hermanos, no estáis siguiendo las lecciones de vida que Mi Hijo os Enseñó.

Blasfemáis Mi Santo Nombre, Me dais la espalda, Me tratáis con desprecio y no como el Rey que Soy. 

Acaso, Yo vuestro Dios, que tanto os amo, ¿Me merezco todo esto? No, Mis pequeños, son tan pocos los que Me siguen, los que Me respetan, los que Me aman y, ésos pocos, son atacados por la gran mayoría que se han vuelto hacia el mal, y los tengo que rescatar.

Grandes temblores moverán vuestras tierras, que se abrirán, a tal grado, que se tragarán pueblos enteros. Las aguas cubrirán grandes poblaciones y resurgirán otras, purificadas, saneadas. Los ríos, los lagos, que ahora están contaminados, porque vosotros no los cuidasteis, serán saneados, también, y surgirán nuevos ríos, lagos y mares limpísimos, llenos de vida, llenos de color. Los vientos arrasarán con los pueblos, las mismas personas volarán por los aires y morirán.

¡Cuánta maldad habéis provocado, Mis pequeños!, Yo, vuestro Dios, que creé todo para vuestro Bien y no estáis a la altura de todo el Bien recibido. No Me habéis agradecido Mis cuidados, a lo largo de toda vuestra existencia. Poco os acordáis de Mí, muy poco amor Me ofrecéis los pocos que realmente Me amáis, porque de la gran mayoría, ya no recibo nada de su corazón.

Quisisteis vivir sin Mí, muchos moriréis sin Mí. Escogisteis vuestro camino sin Mí y, solos, pereceréis. Soy un Dios Justo, doy mucho al que mucho dio, exijo porque os doy en demasía.

Mi Amor ha sido despreciado, pisoteado, la maldad ha corrompido todo, hasta lo más bello que tenéis en Mi Santa Iglesia. 

Habéis dejado entrar la corrupción a vuestro corazón, ya no actuáis como verdaderos hijos Míos, ya no sois buenos, ya no sois de una sola pieza, dejáis mucho qué desear, por eso, Mi Justicia ya está sobre vosotros. Éste año inicia la Purificación mundial y Universal, como os he dicho. Preparaos, el tiempo de la Purificación, ha llegado sobre vosotros. 
Gracias, Mis pequeños. 


Quinto MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Mis regalos son grandes para aquellos que Me aman. Mi Justicia, es terrible, para aquellos que Me odian, que Me han maltratado, que Me blasfeman, que Me han negado, Soy un Dios Justo y doy a cada quien, lo que se merece.

Hijitos Míos, para los que estáis Conmigo, cuando os hablo de Purificación, gozáis, os alegráis, porque, para vosotros, es inicio de Nueva Vida, es el gozo de saber que la maldad será detenida, que las injusticias y los malos tratos de los gobiernos y de los mismos conciudadanos, serán abolidos.

Para los justos, para el pueblo escogido, es un nuevo renacer de la humanidad, una nueva Promesa, un regalo grande, ésa alegría inmensa, os traerá Paz. Vuestras preocupaciones terminan, es belleza futura e inmediata. Todo lo que Yo os doy, Mis pequeños, todo lo que Yo Creo para los Míos, es un regalo extraordinario e inimaginable.

Hace muchos años os dije que no os fijarais en los acontecimientos de la Purificación, porque eran necesarios que se dieran, que os fijarais, más bien, en el nuevo regalo que os iba a dar con los Cielos Nuevos y las Nuevas Tierras y, estáis muy próximos a ése regalo, Mis pequeños, para vosotros los que luchasteis por mantenerMe en vuestro corazón y por mantener el estado de Gracia, que os une perfectamente, a Mí.

Por lo contrario, las almas malas, las almas que no están Conmigo, para ellas, hablarles de Purificación, es temor, es desesperación, es nerviosismo total, no hay paz en ellos, no saben qué pueda pasar y eso los mantiene en una expectativa negativa, esperando acontecimientos que, ciertamente, no pueden ni detener ni transformar. Están acostumbrados a hacer su voluntad, pero por medio del mal y, eso se acabó, está fuera de sus capacidades lo que viene, y eso les desespera.

Es el momento de terminar con toda ésa maldad que satanás sembró en infinidad de almas y estas, a la vez, destruyeron el hogar que Yo les había dado, que es vuestro Mundo.

No os imagináis, Mis pequeños, la alegría que Me dais cuando os veo haciendo, los que estáis Conmigo, cosas buenas, como el cuidar una flor, pintar un cuadro, criar un animalito, el decir una buena palabra, el desear buenas cosas a vuestros hermanos. Tantas cosas bellas que podéis decir, pensar, desear: gozo con ello, Mis pequeños, porque todo lo bueno viene de Mí y, cuando vosotros hacéis algo bueno, Me estáis reproduciendo en ello, porque Yo Soy Creador y vosotros hacéis vuestra parte con los cuidados que le dais a la naturaleza, a vuestros hermanos, a todo lo que podéis cuidar y embellecer, porque en todo estoy Yo.

Ese es el Nuevo Mundo que os voy a dar, Mis pequeños, puras bellezas, puro Amor, pura vida espiritual que os va a llenar, como nunca antes habíais sido satisfechos espiritualmente; Yo con el hombre y el hombre con su Dios, es lo que os espera, Mis pequeños. 

Recuperaréis capacidades bellísimas y grandísimas que tenían vuestros Primeros Padres. Se os viene un horizonte de cosas bellísimas que ni siquiera podéis imaginar que tendréis. Gozo, Mis pequeños, al hablar de esto y Vivo gozosamente lo que vosotros estáis viviendo en vuestro corazón cuando os lo digo. El simple hecho de que os prometa Paz, en vuestro interior, Paz a vuestro alrededor, seguridad de que sabéis que nadie ni nada le podrá hacer daño a vuestros hijos, ése simple hecho, os debe traer una alegría inmensa.

Veréis crecer a vuestros hijos y nietos y más generaciones, porque larga vida os daré. Mis regalos son grandes para aquellos que Me aman. Mi Justicia, es terrible, para aquellos que Me odian, que Me han maltratado, que Me blasfeman, que Me han negado, Soy un Dios Justo y doy a cada quien, lo que se merece.
Gracias, Mis pequeños.

www.diospadresemanifiesta.com

miércoles, 19 de octubre de 2016

El Agua, la Sangre y el Espíritu


Marino Restrepo nos habla sobre los misterios de la fe. 
Los elementos que Dios nos deja en su infinita misericordia para nuestra salvación. 





Ago 09_16 Nosotros obedeceMos al sacerdote, cuando en la Misa ora por la Transubstanciación.

Ago 09_16 Nosotros obedeceMos al sacerdote, cuando en la Misa ora por la Transubstanciación. ImprimirE-Mail
Rosario vespertino.


Temas: 

  • Os pido que los cubráis con vuestra oración, con vuestras penitencias, ayunos, porque satanás quiere destruir Mi Iglesia, se introducido en ella y muchos sacerdotes ya no son ministros Míos, se han vuelto ministros de satanás, están destruyendo a muchas almas con todo el error que están diseminando. 
  • Dejaos pues, enriquecer por Nuestra Santísima Trinidad, dejad que el Tesoro más grande que existe, que Somos Nosotros, seaMos Dueños de vuestra vida.
  • Manteneos, pues, Mis pequeños, Conmigo, con vuestro Dios, que siempre os estaré poniendo pruebas en el camino, pero, como los que estáis Conmigo pensáis positivamente y, Mi Gracia os cubre, siempre creceréis con las pruebas, no así, los que no están Conmigo.
  • Ya Mi Hijo os lo decía, que los que son del Mundo, difícilmente entrarán al Reino de los Cielos, que los que son Míos, están en el Mundo, pero no son del Mundo y Yo quiero que vosotros no seáis del Mundo, que, ciertamente, paséis por el Mundo haciendo grandes beneficios para las almas, pero que no desperdiciéis vuestra vida, vuestras almas, perteneciendo al Mundo.
  • Tened Fe, Mis pequeños, que Yo estoy con vosotros. Tened Fe en que Yo os he escogido y os estoy guiando. Tened Fe en que haréis grandes cosas por Mi Reino. Tened Fe en que ganaréis el Reino de los Cielos al trabajar por Mí en la Tierra.



Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V. 



Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Os pido que los cubráis con vuestra oración, con vuestras penitencias, ayunos, porque satanás quiere destruir Mi Iglesia, se introducido en ella y muchos sacerdotes ya no son ministros Míos, se han vuelto ministros de satanás, están destruyendo a muchas almas con todo el error que están diseminando. 

(Lenguas…) Me duele tanto, Mis pequeños, ver cómo se Me ataca, pero más, cómo se Me ataca dentro de Mi misma Iglesia, a Mí, vuestro Dios, que vine a la Tierra a mostrarle a toda la humanidad, a todos sus habitantes, Quien es vuestro Dios y, sobre todo, a mostraros lo que es Mi Amor y cómo se vive en el Reino de los Cielos.

Ciertamente, el hombre, desde un Principio, por el Pecado, ha sido atrapado por el mismo satanás. Se os ha cuidado desde el Principio, a pesar de que vuestros Primeros Padres cayeron, Mi Padre los cuidó, mandó profetas para avisarles cuál era Su Voluntad e irlos protegiendo de los ataques de satanás.

Satanás, desde que fue arrojado del Cielo, él juró destruir toda la Obra de la Creación y especialmente a vosotros, porque sí podéis volver al Cielo y también podéis tener la Gloria que él perdió.

El hombre siempre ha sido atacado por satanás, pero Nuestra Gracia, en Nuestra Santísima Trinidad, siempre os está protegiendo, pero vosotros debéis poner vuestra voluntad para manteneros de parte de la Gracia de vuestro Dios y Creador.

Vosotros tenéis libertad, tenéis vuestro libre albedrío y vosotros aceptáis estar con el Cielo o estar con el Infierno, ése es vuestro libre albedrío. Vuestra vida siempre tendrá aciertos y errores y, así, vais madurando en la Gracia u os vais perdiendo en el pecado.

Cuando Yo escogí a Mis apóstoles, éstos tenían defectos y cualidades, ciertamente, después, en Pentecostés, se les acrecentaron sus cualidades, además de que tuvieron toda una preparación de parte Mía, en donde, ciertamente, los fui llevando de la mano para que entendieran cuál iba a ser la obra de la Redención.

Las almas sacerdotales y religiosas ya están pensadas, y son enviadas a la Tierra como almas muy especiales para mantener Mi Iglesia sana y santa, pero, satanás, en su promesa de ataque, les ha venido destruyendo la Fe y el amor hacia ella.

Muchos de los escogidos como sacerdotes y como religiosas, han preferido el Mundo, se han apartado de la espiritualidad que Yo les dejé y no se dan cuenta que el ser sacerdote, que ser alma sacerdotal, es una Gracia inmensa, porque pueden traerMe a la Tierra en la Consagración y Me pueden dar de Alimento a todos vosotros, eso no lo puede hacer ni el más rico de todos los hombres. Yo Soy el Rey del Universo, en Nuestra Santísima Trinidad, todo Nos pertenece, y Nosotros obedeceMos al sacerdote, cuando en la Misa ora por la Transubstanciación y, os repito, ni el hombre más poderoso de la Tierra, puede lograr el Milagro de la Transubstanciación que puede lograr un sacerdote. 

Satanás lo sabe y por eso ha atacado tan fuertemente a la Iglesia desde que ésta fue fundada.

El sacerdote es ministro de la Iglesia, porque Iglesia sois todos vosotros los que seguís Mis Enseñanzas y os mantenéis unidos en un solo Corazón y en un solo Amor, el que Yo os he dejado como Cristo, vuestro Redentor.

Satanás, se ha infiltrado para ir destruyendo todos los regalos que os he dejado en la Iglesia, en la Santa Misa, principalmente, y en todos los Sacramentos que os dan un don o una Gracia inmensa, para que vosotros sigáis creciendo y podáis alcanzar la perfección y, luego, podáis entrar fácilmente al Reino de los Cielos. Sin Nuestra Gracia, sin Nuestra Protección con Nuestra Santísima Trinidad, vosotros no sois nada y los mismos ministros de la Iglesia fácilmente pueden caer, porque necesitan de Nuestra Gracia, pero ellos deben acudir a Nosotros y una gran mayoría de ellos, en estos tiempos, ya no acuden a Nosotros, se han dejado engañar por satanás y ahora son hombres de Mundo, ya no son hombres de Dios, como debieran ser.

Pedid por ellos, Mis pequeños, porque ellos tienen el Sacramento de su Sacerdocio y os pueden hacer crecer con los demás Sacramentos, pero, si alguno de ellos está desviado, también os puede llevar hacia el errorpor eso, os pido que los cubráis con vuestra oración, con vuestras penitencias, ayunos, porque satanás quiere destruir Mi Iglesia, se ha introducido en ella y muchos sacerdotes ya no son ministros Míos, se han vuelto ministros de satanás, están destruyendo a muchas almas con todo el error que están diseminando.

Cuidaos, pues, Mis pequeños, de todo el veneno que satanás está inoculando en los sacerdotes malos y a todos niveles de la Iglesia y, con este veneno, está destruyendo a muchas almas fieles a ella.

Os he ido insistiendo en que Me pidáis el don del Discernimiento, para que no os dejéis engañar por satanás y por sus ministros, que antes eran ministros Míos, Me duele tanto el tener que deciros esto. Oren, oren por ellos, recupérenMe almas sacerdotales y religiosas, dense por ellos, para bien de vosotros mismos y protejan a las pequeñas almas sacerdotales y religiosas que van creciendo apenas, pero ya están en el camino para servir a Mi Iglesia.

Orad, Mis pequeños, orad y reparad por todo el mal que se ha introducido en el Recinto Santo.
Gracias, Mis pequeños.  


Segundo Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Dejaos pues, enriquecer por Nuestra Santísima Trinidad, dejad que el Tesoro más grande que existe, que Somos Nosotros, seaMos Dueños de vuestra vida.

Es una desgracia, Mis pequeños, que la gran mayoría de vosotros, prefiera aprender a través del dolor. Yo, vuestro Dios, os vine a traer, como os he dicho, las Enseñanzas del Cielo y solamente teníais que seguirlas para evitar un dolor futuro.

Como padres, hacéis todo lo posible con los hijos, para evitarles dolores y penas, porque ya habéis caminado un tiempo de vida, ya habéis sufrido y queréis evitarles a vuestros hijos, lo más posible, los dolores y penas que podrán tener. Pero, ni aun así, aprende el hombre.

Estáis destinados, aparentemente, a vivir en el dolor, porque el dolor entró al Mundo por el Pecado Original, Yo Mismo, vuestro Redentor, vine a enseñaros cómo mejorar espiritualmente, cómo crecer hacia la perfección, para evitaros dolores, penas y una muerte eterna.

Pero el hombre es terco, es sordo a la Voz de Su Creador y hacia Mí, vuestro Redentor y no queréis entender. ¡Cómo quisiera que no sufrierais!, que fuerais buenos, que fuerais santos,  pero preferís seguir a satanás en alguna etapa de vuestra vida, y sufrís, porque no creéis en Mí, vuestro Dios, no creéis en vuestros hermanos mayores, en vuestros padres de la Tierra, que os quieren evitar dolores. Perdéis muchos años en reconocer el Bien que se os estaba dando, pero que no quisisteis aceptar.

Muchos caéis y os enlodáis totalmente y, ciertamente, que os busco y os ayudo, para que os levantéis y, algunos, ven ésa Lucecita de Salvación, que Soy Yo, se arrepienten y se levantan. Durante vuestra vida, caéis muchas veces y siempre estaMos, en Nuestra Santísima Trinidad, cuidándoos y ayudándoos a que os levantéis. Ciertamente, aprendéis la lección que os dio ésa caída y, también, aprendéis la lección de cómo os debéis levantar y no volver a caer.

Como os dije, vuestra vida es un continuo caer y levantarse. Alabados son aquellos que se levantan, porque dirigen su corazón, hacia Nosotros, hacia vuestro Dios, se arrepienten, aceptan su error y tratan de no volver a caer.

Meditad, Mis pequeños, cuántas veces habéis caído a lo largo de vuestra existencia, ciertamente, muchos no volveréis a caer en el mismo error, pero, satanás, os pone situaciones similares, os engaña nuevamente y caéis; conoce vuestras debilidades y, de esta forma os va desviando continuamente del camino que Yo os he trazado y que debierais tomar para vuestra perfección.

Os cuido en todo momento y hasta el último segundo de vuestra vida, en donde, satanás, todavía, os seguirá tratando de convencer de vivir con él, de vivir en el error, de vivir dándoMe la espalda a Mí, vuestro Dios.

Mis pequeños, debéis estar siempre en guardia, para protegeros contra los ataques de satanás, Yo Mismo fui atacado por satanás, pero Me centraba en la oración, entraba en Mi Corazón y no le hacía caso, y eso mismo debéis hacer vosotros al momento del ataque, entrad en vuestro corazón y buscadMe, Yo lo vencí, él no puede contra Mí. Pedid Mi Ayuda, pedid Mi Protección, pedid Mi Consejo y él se tendrá que marchar, porque no le estáis abriendo vuestro corazón, es más, le estáis impidiendo que él entre en vuestra vida, que él afecte vuestra vida de alguna forma.

Si vosotros estáis Conmigo, su poder mengua, os puede atacar y, ciertamente, lo hará, pero ya vosotros, prácticamente, ni caso le haréis, porque, si estáis Conmigo, estaréis viendo por Mí, por lo que Yo necesito que vosotros hagáis para servirMe. Me estaréis sirviendo, estaréis embebidos en Mi Vida y, de esta forma, satanás no tendrá cabida, ya, en vuestra vida, porque Yo Me volveré el Dueño de vuestra vida, si así Me lo permitís.

Dejad, Mis pequeños, que Yo os invada, que Yo tome posesión de vosotros; ciertamente, os pido permiso y espero Me lo deis, Mis pequeños, para que Yo os pueda proteger, guiar, haceros crecer en la plenitud de la Gracia, en el Amor y en la donación total a Nuestra Santísima Trinidad. Eso es lo más grande que puede tener un alma en la Tierra, ser invadida por la Santísima Trinidad, porque en ése momento alcanzáis la perfección, porque la Perfección ha entrado a vosotros en Nuestra Santísima Trinidad.

Dejaos pues, enriquecer por Nuestra Santísima Trinidad, dejad que el Tesoro más grande que existe, que Somos Nosotros, seaMos Dueños de vuestra vida. 

Ciertamente, vuestra vida cambiará; vuestros pensamientos serán los Nuestros, vuestras palabras serán las Nuestras, vuestra presencia será la Nuestra, grandes cosas haréis por el Reino de los Cielos y, Nosotros, os regalareMos infinidad de Bendiciones, de dones, de capacidades que aún no conocéis, pero que, le regalaMos a las almas que Nos dejan vivir en ellas. 

Haced la prueba, Mis pequeños, dejadNos vivir en vosotros y una Paz inmensa os invadirá, ése es el primer regalo más grande que tendréis y que no querréis perder, porque no hay nada parecido sobre la Tierra a este regalo tan grande que os compartimos, que es la Paz del Cielo y podréis vivirla en la Tierra y, de ahí en adelante, regalos inmensos tendréis, pero, sobre todo, también la Humildad. Viviréis, internamente, unidos al Cielo, así vivía Mi Madre Santísima, la Siempre Virgen María, cuando estuvo también aquí en la Tierra Conmigo, Ella y Yo, no Nos separábaMos en ningún momento. Ésa es una Gracia inmensa que también vosotros podéis tener.

Dejaos pues, invadir por el Amor, el Verdadero Amor, que es Nuestra Santísima Trinidad. 
Gracias, Mis pequeños.


Tercer MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Manteneos, pues, Mis pequeños, Conmigo, con vuestro Dios, que siempre os estaré poniendo pruebas en el camino, pero, como los que estáis Conmigo pensáis positivamente y, Mi Gracia os cubre, siempre creceréis con las pruebas, no así, los que no están Conmigo.

Estáis viviendo momentos difíciles, Mis pequeños. Hace algunos años os había dicho que se os iba ir quitando todo aquello en lo cual confiáis, que es, vuestra economía. Lo estáis sufriendo, ya, en varios países de vuestro Mundo, algunos en un grado muy fuerte. Ciertamente, para algunos ha sido benéfico, porque os habéis unido en la oración, os habéis vuelto más humanos, os estáis ayudando mutuamente con lo poco que tenéis para sobrevivir, pero, ciertamente, hay otros que Me blasfeman, porque no tienen, una espiritualidad más crecida, no Me tienen en su corazón y se rebelan ante las pruebas.

Hay cosas que os vengo anunciando desde hace muchos, muchos años y, como lo veíais a lo lejos, no les hicisteis caso ni os preparasteis. El tiempo ya os alcanzó.

Si vosotros hubierais orado, satanás, no hubiera podido llevar a cabo toda la maldad que se ha diseminado sobre la Tierra, en algunos países más, en otros, menos, pero es satanás el que ahora está moviendo los hilos de vuestra historia.

Yo, vuestro Padre y vuestros Dios, lo he permitido, para que atormente a los malos y los buenos se llenen de Virtud, porque, ciertamente, los que están Conmigo, aceptan la prueba, aceptan el dolor, aceptan el ataque de satanás y Me lo ofrecen en unión a los Méritos de Mi Hijo para la salvación de las almas. De esta forma, las almas que así actúan, reciben un mal, pero lo transforman en un Bien, que fue lo que os enseñó Mi Hijo.

Las almas que están Conmigo, que viven en Gracia, que Me buscan, que Me aman, saben cambiar un mal en un Bien. Viven más positivamente, aceptan lo que llega a su vida como venido de Mi Voluntad que, ciertamente, así es y si algo muy difícil se les presenta, acuden a Mí, para que les ayude a resolver ésa prueba y, sobre todo, que Me agradezcan después el crecimiento espiritual que van a obtener, al salir victoriosos de la prueba.

¿Os dais cuenta, Mis pequeños, cómo son dos formas de ver la vida espiritual? Si estáis Conmigo, todo lo veréis positivamente para vuestro crecimiento espiritual y Me daréis las gracias porque os permití tener ésa prueba y, además, os ayudé a salir adelante. Las almas que viven en el mal o que viven alejadas de Mis Preceptos de Mi Amor, éstas son almas problemáticas, son almas que no van a responder positivamente, que se van a quejar desde el principio, Me van a amenazar con alejarse de Mí, cuando, realmente, ya lo están. Éstas almas, terminan mal.

La vida en la Gracia, es una oportunidad que Yo les concedo a las almas para perfeccionarse, pero no todas las almas quieren buscar éste tipo de vida espiritual. Se dejan llevar, fácilmente, por el mal y no les importa perder el estado de Gracia, o sea, la pureza del alma, que esta pureza os prepara para crecer grandemente en las Virtudes y así van desperdiciando toda su vida, no se ayudan a sí mismas ni ayudan a los demás.

Manteneos, pues, Mis pequeños, Conmigo, con vuestro Dios, que siempre os estaré poniendo pruebas en el camino, pero, como los que estáis Conmigo pensáis positivamente y, Mi Gracia os cubre, siempre creceréis con las pruebas, no así, los que no están Conmigo, con las pruebas, generalmente, se hundirán más, porque, lejos de agradecerMe ésa oportunidad que les doy para crecer, Me blasfeman, Me niegan, Me atacan, Me amenazan y desaprovechan ésa oportunidad que les doy para su santificación.

Manteneos Conmigo, Mis pequeños y, de esta forma, fácilmente entraréis al Reino de los Cielos.
Gracias, Mis pequeños.


Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Ya Mi Hijo os lo decía, que los que son del Mundo, difícilmente entrarán al Reino de los Cielos, que los que son Míos, están en el Mundo, pero no son del Mundo y Yo quiero que vosotros no seáis del Mundo, que, ciertamente, paséis por el Mundo haciendo grandes beneficios para las almas, pero que no desperdiciéis vuestra vida, vuestras almas, perteneciendo al Mundo.

Hijitos Míos, sabéis que para que no se repita el error en vuestras vidas, debéis estudiar cuál fue la causa de vuestra caída. Esto lo podéis ir constatando a lo largo de vuestra existencia. A veces, vais repitiendo el mismo error y sufrís por ésa repetición.

En lo espiritual, sucede lo mismo, Mis pequeños, si vosotros meditáis cuál fue la causa que provocó el pecado, el Primer Pecado de Luzbella, fue soberbia, pero aunado, también, a apartarse de Mi Autoridad y, así, hizo caer, también, al hombre, hizo que se apartaran de Mi Autoridad, haciéndolos creer superiores.

Vosotros sabéis esto y, ahora, podéis meditar, también, cómo, a lo largo de vuestra existencia, cuando os apartáis de Mis Leyes, cuando creéis que podéis tomar vuestra vida en vuestras manos, todo se vuelve un desorden.

Alguna vez te mostré cómo está el hombre, te di la visión del bebé que está gateando y apenas puede levantarse y, así estáis vosotros, estáis gateando apenas y con mucho esfuerzo os queréis poner de pie, no sois autosuficientes, en pocas palabras. Pero la soberbia, los consejos de satanás, os hacen creer que ya os podéis apartar de Mi Guía, de Mis Consejos, de Mi Luz, que abre vuestros caminos y os hace entender lo que no conocéis todavía. Y esto lo aprovecha satanás.

Vosotros, que apenas estáis conociendo la Luz, ésa Luz que Mi Hijo os trajo a la Tierra, cuando apenas conocéis un poco, ya os creéis sabios, ya no seguís buscando ésa Luz y, en ése momento, caéis en la obscuridad, sin que os deis cuenta, porque la soberbia os lleva a eso. La obscuridad de entendimiento, la obscuridad de Sabiduría, la obscuridad de la maldad, que os lleva a anteponeros a lo que Yo os mando.

Satanás os lleva a que os apartéis de Mí, que eso fue lo que hizo con vuestros Primeros Padres, los llenó de soberbia e hizo que ya no confiaran en Mí, por los engaños a donde los llevó. En estos momentos, vuestro Mundo, está en obscuridad, vosotros mismos estáis viviendo vuestra propia obscuridad, solamente aquellos que se han dejado guiar, que han buscado Mi Luz, están Conmigo y están caminando por lugares seguros, en donde no caerán ni tropezarán, porque se han vuelto humildes, porque han reconocido su pequeñez, porque saben que apenas están gateando, saben que no tienen la capacidad suficiente, como para caminar solos en este Mundo.

Ya Mi Hijo os lo decía, que os hicierais pequeños, porque los pequeños tienen Mi Beneplácito, los pequeños confían en sus padres, confían en sus mayores, saben reconocer el amor en el corazón de sus mayores y de aquellos que les rodean. Los niños pequeños son más intuitivos que los adultos, por eso, a algunos les tienden los brazos, cuando son pequeñitos y a otros no, reconocen donde está Mi Amor en las almas y se apartan de aquellos que están llenos de obscuridad.

Sed como niños, y aseguraréis una vida espiritual bella, en paz, agradable y con un gran crecimiento que os atraerá a Mi Corazón. 

Cuando crecéis y os ensoberbecéis por vuestras capacidades, por vuestros estudios, por vuestras posiciones políticas o sociales, os olvidáis de Mí, ya os creéis autosuficientes y caéis, porque todo eso, ante Mis Ojos, no vale nada. Lo que vale en vosotros, es todo aquello que va a hacer que vuestra alma crezca, se fortifique, sea bella, que se llene de Mí y, la gran mayoría de vosotros, buscáis más las cosas del Mundo, buscáis ser “alguien” en el Mundo, pero volvéis a caer en la soberbia y, aquellos que valen, realmente, ante Mis Ojos, están escondidos para el Mundo, trabajan para Mí, trabajan para vosotros, van creciendo inmensamente ante vosotros. Pero los que no estáis Conmigo, no los reconocéis, es más, tratáis de eliminarlos de vuestra vida o de no hacerles caso, los creéis inservibles, porque no hablan de dinero, hablan de valores, no hablan de cosas “interesantes” del Mundo, solamente hablan de Mí, viven para Mí, buscan el Bien para todos, buscan la salvación de las almas.

Ya Mi Hijo os lo decía, que los que son del Mundo, difícilmente entrarán al Reino de los Cielos, que los que son Míos, están en el Mundo, pero no son del Mundo y Yo quiero que vosotros no seáis del Mundo, que, ciertamente, paséis por el Mundo haciendo grandes beneficios para las almas, pero que no desperdiciéis vuestra vida, vuestras almas, perteneciendo al Mundo, porque el Mundo, o sea, satanás, os envolverá en sus mentiras y destruirá vuestra espiritualidad.

Vivid para Mí, Mis pequeños, apartaos del Mundo, pero no os digo que seáis como ermitaños, apartados totalmente de vuestros hermanos, sino apartados de lo que satanás llama “bienes del Mundo”, apartaos del Mundo, de su concupiscencia, de su maldad, de sus pecados, pero llevad a las almas hacia el Bien, hacia el Amor, hacia la fraternidad, como Mi Hijo os enseñó.
Gracias, Mis pequeños.


Quinto MisterioHabla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Tened Fe, Mis pequeños, que Yo estoy con vosotros. Tened Fe en que Yo os he escogido y os estoy guiando. Tened Fe en que haréis grandes cosas por Mi Reino. Tened Fe en que ganaréis el Reino de los Cielos al trabajar por Mí en la Tierra.

Hijitos Míos, muchas veces, las cosas no salen como vosotros quisierais y estoy hablando de cuando estáis pidiéndoMe un Bien para vuestros hermanos. Ya os he hablado de que la Fe es la que obra los Milagros y vosotros creéis tener Fe, porque, cuando estáis vosotros orando por alguien o pidiendo un bien por alguien, el resultado que vosotros queréis obtener, es muy grande, o sea, un milagro, como los que Yo hacía cuando estuve sobre la Tierra, el Milagro, lo hago Yo, pero a través de las almas de Fe, que confían en que Yo voy a trabajar a través de ellos.

Como os dije, esto es muy humano, que dudéis en un principio, pero debéis insistir, Mis pequeños, debéis seguir adelante, porque si os he escogido para algo especial, es porque tenéis Mi apoyo y Me quiero manifestar a través de vosotros. Insistid y, así, poco a poco, os iréis dando cuenta de cómo trabajo a través de vosotros y vuestros hermanos empezarán a obtener Mis Bendiciones a través de vosotros.

El tener Fe, es desaparecer a vosotros mismos, es estar conscientes en que Yo, vuestro Dios, es el que va a actuar y no vosotros. Es el hacerse a un lado para que, Yo, tome el primer lugar en vuestra vida, en vuestras acciones, en vuestras palabras, en vuestros pensamientos. 

Os he dicho que se os hace muy difícil desaparecer a vosotros mismos, es anonadarse ante vuestro Dios, pero queréis seguir siendo primera persona y, esto no puede ser, Mis pequeños, cuando estáis siendo instrumentos de Todo un Dios. Sois nada y Yo he tomado vuestra nada para trabajar a través de vosotros.

Tenéis que ser conscientes de esto, Mis pequeños, de vuestra nada, vosotros, como dicen las Escrituras, no podéis hacer blanco, ni siquiera uno sólo de vuestros cabellos, no podéis hacer, prácticamente, nada si Yo no estoy atrás de vosotros ayudándoos en todo lo que hacéis. 

Yo os doy la vida, Yo os procuro todo en vuestra vida, ¿creéis que por vuestro trabajo podéis lograr ganar lo que ganáis, para poder cumplir con vuestras obligaciones de estado? Os puedo poner a prueba y os puedo quitar todo.

Cuando tenéis las pruebas que permito en vuestra vida, son para que os deis cuenta de vuestra nada y, cuando reaccionáis a esta Verdad y os arrodilláis, pedís perdón por vuestra soberbia, os anonadáis y pedís Mi ayuda, ésta llega a vosotros.

Estad conscientes de que sois instrumentos Míos en la Tierra, para ayudarMe a destruir la maldad de satanás. Vuestra nada, Yo la puedo transformar ante los ojos de vuestros hermanos, entonces Yo Me Manifiesto a través de vosotros cuando ya entendisteis vuestra pequeñez.

Así que, cuando vayáis a hacer algo, pedidMe siempre permiso, pedid Mi Ayuda, anonadaos y, si no sale lo que vosotros en un principio queréis, al ayudar a vuestros hermanos, insistid y eso Me agradará más, Mis pequeños, porque, ciertamente, quedaréis mal ante vuestros hermanos, aun, a pesar de haber querido hacer un bien y esa humillación que os llevará a reconocer vuestra nada, os empezará a ser grandes ante Mis Ojos, porque entraréis en Humildad profunda y reconoceréis que, aunque queríais hacer un bien, Yo, vuestro Dios, es el que iba a actuar y no vosotros y, en cierta forma, no Me disteis Mi lugar.

Poco a poco iréis entendiendo vuestra posición en la Tierra, vuestra nada en la Tierra y ya que estéis en profunda Humildad, es cuando os haré grandes, pero ya la Humildad a la que llegasteis, podrá pasar la prueba contra la soberbia que pudierais haber obtenido si no os hubiera llevado Yo a crecer en Humildad. Cuando ya llegasteis a ésa Humildad santa, la soberbia se apartará.

Tened Fe, Mis pequeños, que Yo estoy con vosotros. Tened Fe en que Yo os he escogido y os estoy guiando. Tened Fe en que haréis grandes cosas por Mi Reino. Tened Fe en que ganaréis el Reino de los Cielos al trabajar por Mí en la Tierra.

Mi Amor quede con vosotros.
Gracias, Mis pequeños.

www.diospadresemanifiesta.com